Hoy en ViveZana.com: ¿Por qué evitar los alimentos procesados en nuestra dieta? Son muchas las razones y todas van en beneficio de nuestra salud.

¿Qué es un alimento procesado?
Se le llama así a un alimento que ha sufrido cambios antes de llegar a nuestra mesa. Hay distintos grados de manipulación. Algunos son leves como el secado del alimento o la congelación o más profundos  como creación de fórmulas nada saludables.

Hay diferentes tipos de alimentos procesados:

Alimentos poco procesados: se preparan para hacer más fácil su consumo. Destacan los frutos secos pelados, las verduras ya lavadas y cortadas, pero ninguno tiene  ingredientes adicionales o nocivos para nuestro cuerpo.
Alimentos sometidos a pequeños tratamientos: aquí se encuentran los alimentos congelados o cocidos, las latas de conservas o las verduras congeladas.
Alimentos que llevan ingredientes añadidos: tienen añadidas sustancias que mejoran o cambian sus propiedades. Se trata de que su sabor o apariencia mejoren con la ayuda de  edulcorantes, conservantes y colorantes.
Alimentos bastante procesados: son adecuados para consumir de forma inmediata y que han sido sometidos a un gran procesamiento. Entre ellos encontramos las papas frita, los embutidos y las galletas.
Alimentos muy procesados: vienen listos para ser introducidos en el horno o microondas, como por ejemplo las pizzas o los platos preparados congelados.

¿Por qué evitar los alimentos procesados en nuestra dieta?

-Al pasar de ser un producto fresco a un producto procesado ha perdido parte de sus minerales, vitaminas, fibra y contenido acuoso.
-Estos  alimentos suelen aportar cantidades muy elevadas de sodio y bastante bajas en potasio. El sodio en exceso no beneficia a nuestro organismo, además, el equilibrio entre el sodio y el potasio es muy importante para mantener la tensión arterial en sus niveles óptimos.
-El exceso de grasas y azúcares,  no es lo mejor para una dieta equilibrada y saludable.
-Estos alimentos poseen poca calidad nutritiva y una alta concentración de calorías. Han sido creados para ser asociados a sensaciones de placer y consiguen engancharnos de la misma forma que la haría una droga.
-Al consumirlos hay riesgo de padecer numerosas enfermedades como la diabetes, el cáncer, la depresión o la obesidad.