Este delicioso cheescake es bajo en grasas, sin azúcar y sin gluten. Una alternativa menos calórica y más saludable del original, pero igualmente rico.
INGREDIENTES
Para la base:
1 taza de harina de almendras
4 sachet (2 gramos) de sucralosa en polvo
2 cucharadas de aceite
2 huevos
Para el relleno:
500 gramos de queso crema light o ricotta
100 ml de leche descremada
120 gramos de yogur natural sin endulzar
1 cucharada de almidón de maíz
10 sachet (5 gramos) de sucralosa en polvo
1 cda jugo de limón
3 huevos
1 taza de arándanos y otra más para decorar
INSTRUCCIONES
Bate todos los ingredientes hasta obtener una mezcla homogénea.
Vierte sobre un molde (con base desmontable) previamente aceitado. Lleva a horno precalentado a 180ºC por 10 minutos.
Por otro lado, muele 1 taza de arándanos con una mini pymer o juguera.
Agrega a un bol con todos los demás ingredientes y bate hasta obtener una mezcla homogénea y cremosa. (Puedes utilizar la misma juguera a baja potencia)
Vierte sobre el molde con la base ya preparada y llevar a horno a 180ºC por 45 minutos aproximadamente.
Mientras tanto, si quieres darle más dulzor a tu cheescake, pon la otra taza de arándanos en una olla con un poco de sucralosa (2 sachets) y lleva a fuego medio hasta que empiece a soltar su jugo.
Una vez saques del horno el cheescake espera que se enfríe un poco y adorna con los arándanos endulzados.
Puedes cambiar los arándanos por moras, frutillas, frambuesas o hacer un mix.