Los suplementos nutricionales forman parte de las ayudas ergogénicas, las que se definen como toda sustancia, proceso o procedimiento que potencialmente incrementa el rendimiento deportivo, actuando a diversos niveles: mejorando la fuerza, la velocidad, la aptitud aerobia o el tiempo de reacción, aumenta la resistencia a la fatiga y el sobreentrenamiento o facilita la recuperación. (Silver MD, 2001).
¿Para qué se usan los suplementos deportivos?
El desarrollo de nuevas ayudas ergogénicas, en forma de suplementos nutricionales ha tenido un crecimiento permanente, para satisfacer las continuas exigencias en el ámbito del entrenamiento deportivo y también en la práctica de actividad física de índole recreacional. La demanda creciente de estos productos ha despertado el interés en las compañías por elaborar cada vez más tipos de suplementos, con producción constante de nuevas fórmulas y estrategias.
Los suplementos nutricionales son productos muy diversos: complementos vitamínicos, minerales, herbodietéticos, aminoácidos, concentrados de proteína, geles, bebidas energéticas y de rehidratación, componentes meramente nutricionales, extractos o combinaciones de todos ellos.
Su forma de actuar es muy diversa, según el tipo de suplemento que se use. Sus objetivos están enfocados en la mejora del rendimiento, desarrollo de la masa muscular, la potencia de trabajo, retardando la fatiga o acelerando la velocidad de recuperación.
Por ello, la mejor forma de saber si estos suplementos son seguros es verificando su clasificación actual.
¿Cómo se clasifican?
Dado que la oferta de suplementos es muy amplia y en continua evolución, es difícil clasificarlos.
Sin embargo, el Australian Institute of Sport, elabora periódicamente información al respecto y proporciona una herramienta educativa sencilla para clasificar las ayudas ergogénicas de índole nutricional en función de la evidencia científica que respalda que los mismos pueden contribuir de manera segura y práctica con los objetivos de rendimiento de un atleta.
El ente oceánico los clasifica en cuatro grupos: A, B, C y D.
Grupo A:
- Evidencia científica: alta.
- Suplementos recomendables por ser útiles como fuente energética o nutricional, o por haber demostrado su acción favorable sobre el rendimiento deportivo, en estudios adecuadamente protocolizados. Uso en situaciones específicas y mediante protocolos basados en evidencia.
- Comida deportiva: Usada en situaciones que, mediante la alimentación habitual, no es posible o práctico consumir, proporcionando una fuente de nutrientes necesarios:
- Geles deportivos, barritas deportivas, bebidas deportivas, suplementos de proteína aislada, confitería deportiva, suplementos electrolíticos, suplementos mixtos de macronutrientes (barrita, polvo o líquido).
- Suplementos médicos: Usados para prevenir o tratar problemas clínicos, como en situaciones de deficiencia diagnosticada. Siempre debe estar pautado y revisado por un dietista deportivo acreditado o un médico practicante: Hierro, vitamina D, calcio, multivitamínico, probióticos.
- Suplementos para el rendimiento: Apoyan o mejoran el rendimiento. Es muy recomendable que estén guiados por un nutricionista deportivo acreditado mediante un protocolo individualizado y específico para los eventos:
- Monohidrato de creatina, bicarbonato, beta-alanina, cafeína (dopante a partir de cierta concentración en algunas federaciones), jugo de remolacha/nitrato, glicerol.
Grupo B:
- Evidencia científica: Necesita más investigación, pero se comienza a encontrar resultados positivos. Uso en deportistas bajo un protocolo de investigación o una situación controlada como un estudio de caso.
- Cerezas, grosella negra, frutas del bosque, quercetina, epicatequinas, ECGC, carnitina, colágeno, HMB, aceites de pescado, cúrcuma, fosfato, suplementos de cetona, pastillas de zinc y vitamina C, BCAAS/leucina (aminoácidos ramificados), tirosina, vitamina C y E, n-acetilcisteína.
Grupo C:
- Evidencia científica: no hay una evidencia clara de efectos favorables. Estos suplementos a pesar de ser ampliamente utilizados no han demostrado capacidad para incrementar el rendimiento deportivo. No se recomienda su uso.
- Productos del los grupos A y B que se utilizan fuera de los protocolos aprobados
- Todos los productos que no estén en los grupos A, B o D debe ser considerado dentro de este grupo
Grupo D:
- Prohibido o con alto riesgo de contaminación con sustancias, pudiendo conducir a un test de dopaje positivo. No debe usarse.
- Se actualiza cada año y lo evalúa e indica la Agencia Mundial Antidopaje (WADA).
- Efedrina, estricnina, sibutramina, metilhexanamina (DMAA), 1,3-dimetilbutilamina (DMBA), estimulantes a base de hierbas, polvo de raíz de maca, DHEA, androstenediona, 19-norandrostenediol, tribulus terrestris y otros suplementos de testosterona de origen vegetal, higenamina, calostro.
A tener en cuenta:
- Dicha clasificación puede responder a la pregunta de si los suplementos nutricionales son seguros y si funcionan en los deportistas, según la evidencia científica actualizada.
- Es recomendable usar las estrategias de suplementación según los objetivos a lograr y siempre con el consejo y asesoramiento del especialista
- En ningún caso se debe sustituir la dieta variada, equilibrada y de buena calidad en el curso de la competición o el entrenamiento.
- Es decisiva la seguridad de uso del suplemento. En lo relativo a la dosificación, tener en cuenta que la dosis a utilizar debe ser la misma propuesta por el fabricante.
Referencias consultadas:
- Barbany J R. Innovación y nuevas perspectivas en la alimentación para el deporte. Ayudas ergogénicas en desarrollo. En: Alimentación y deporte: tendencias actuales, tecnología, innovación y pedagogía. Ed. Instituto Tomas Pascual Sanz, Madrid. Pag 29-40. 2010
- Kim, J., & Kim, J. (2019). Nutritional Supplement for Athletic Performance: Based on Australian Institute of Sport Sports Supplement Framework. Exercise Science, 28(3), 211-220.
Ximena Rodríguez
Nutricionista