Lo primero que debemos conocer es que el aumento de masa muscular se produce, principalmente, por un incremento de la sección transversal de las fibras del músculo, o lo que es lo mismo, por hipertrofia muscular. Muchos creen que se debe a un aumento en el número de fibras, pero eso no es del todo cierto.

En segundo lugar, el crecimiento muscular es un proceso lento. La velocidad con la que los deportistas mejoran el aspecto de sus músculos depende de varios factores: edad, genética, nutrición y rutina de entrenamientos. Si hacemos una aproximación en tiempo, los músculos crecen una media de entre 3 y 5 kg durante las 12 primeras semanas de deporte y dieta sana y equilibrada. No obstante, este crecimiento tan potenciado se puede deber al aumento de las reservas de glucógeno muscular que dan lugar a una mejora del tono de los músculos.

¿Cómo conseguir la hipertrofia muscular?
El primer paso es establecer cuáles son nuestros objetivos y en base a ello, teniendo en cuenta nuestro tiempo y nuestra constitución física, deberemos planificar los entrenamientos. Los ejercicios deben estar focalizados a las partes del cuerpo en las que queremos que los músculos crezcan y luzcan. Es recomendable acudir a profesionales para que sean ellos quienes nos hagan una tabla de ejercicios.

La hipertrofia muscular se consigue con entrenamientos de fuerza con cargas más elevadas a las que nuestros músculos están acostumbrados. De esta forma, provocaremos una pequeña lesión en las fibras musculares que, a su vez, desencadenarán una serie de consecuencias que generarán un aumento de las fibras musculares y no una multiplicación de las mismas.