Tips Saludables
Tips Saludables
Publicado por: Periodista Ximena Alarcón
Fecha: 2 mayo, 2017
Cuando se presenta un ataque de asma, los músculos que rodean las vías respiratorias se tensan y el revestimiento de dichas vías aéreas se inflama. Esto reduce la cantidad de aire que puede pasar.
En las personas sensibles, los síntomas de asma pueden desencadenarse por la inhalación de sustancias causantes de alergias, llamadas alergenos o desencadenantes. Los desencadenantes comunes de asma abarcan.
– Animales (caspa o pelaje de mascotas).
– Polvo.
– Cambios en el clima (con mayor frecuencia clima frío).
– Químicos en el aire o en los alimentos.
– Ejercicio.
– Moho.
– Polen.
– Infecciones respiratorias, como el resfriado común.
– Estrés.
– Humo del tabaco.
– Algunos medicamentos como la aspirina y otros antinflamatorios no esteroides.
Síntomas
La mayoría de las personas con asma tienen ataques separados por períodos asintomáticos. Algunos pacientes tienen dificultad prolongada para respirar con episodios de aumento de la falta de aliento. Las sibilancias o una tos puede ser el síntoma principal. Las crisis pueden durar desde unos pocos minutos hasta varios días y pueden volverse peligrosas si se restringe el flujo de aire de manera importante.
Los síntomas pueden abarcar:
– Tos con o sin producción de esputo (flema).
– Retracción o tiraje de la piel entre las costillas al respirar (tiraje intercostal).
– Dificultad para respirar que empeora con el ejercicio o la actividad.
– Sibilancias que aparecen en episodios con períodos intermedios libres de síntomas, pueden empeorar en la noche o en las primeras horas de la mañana, pueden desaparecer espontáneamente, mejoran cuando se utilizan medicamentos que dilatan las vías respiratorias (broncodilatadores), empeoran al inhalar aire frío, empeoran con el ejercicio, empeoran con la acidez gástrica (reflujo), por lo general comienzan súbitamente.
Hay algunos síntomas que representan una emergencia médica y ante los cuales hay que trasladar de inmediato al paciente a un centro asistencial:
– Labios y cara de color azulado.
– Disminución del nivel de conciencia, como somnolencia severa o confusión, durante un ataque de asma.
– Dificultad respiratoria extrema.
– Pulso rápido.
– Ansiedad intensa debido a la dificultad para respirar.
– Sudoración.
– Patrón de respiración anormal, en el cual la exhalación se demora más del doble que la inspiración.
– Paro respiratorio transitorio.
– Dolor torácico.
– Aleteo nasal.
– Opresión en el pecho.
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico incluye un examen médico acabado y algunas pruebas que permitan identificar las sustancias (alergenos) que gatillan las crisis. Los alergenos más comunes son los ácaros del polvo, la caspa de animales, el moho y los pólenes. Para el diagnóstico, el médico puede apoyarse en exámenes tales como la medición de gases en sangre, análisis de sangre, radiografía de tórax, pruebas de la función pulmonar y mediciones del flujo máximo.
¿Cómo se trata?
El tratamiento apunta a evitar las sustancias que desencadenan los síntomas y controlar la inflamación de las vías respiratorias. Usted y su médico deben trabajar juntos para desarrollar y llevar a cabo un plan para eliminar los desencadenantes del asma y vigilar los síntomas.
Respecto de los medicamentos, existen dos clases básicas: aquellos para prevenir ataques y medicamentos de alivio rápido para su uso durante las crisis. No se automedique, consulte siempre con su médico.
Fuente: Institutos Nacionales de Salud, NIH, EE.UU.