Una tendencia muy común entre los deportistas es organizar las clases en función del tipo de entrenamiento. Es decir, algunos días los dedican a hacer solo pesas y otros días solo cardio. Esta idea está bien sobre todo para la gente que tiene poco tiempo, pero es preferible unir los dos entrenamientos en la misma sesión.

La rutina de un entrenamiento completo
Todo entrenamiento comienza con unos minutos de calentamiento. La idea es activar los músculos y articulaciones para que entren en calor. En este punto podemos calentar en las bicicletas o cintas de correr. Con 20 minutos de calentamiento es más que suficiente. Recuerda que el ritmo del calentamiento debe ser progresivo, de menos a más pero sin llegar a nuestro nivel máximo.

Después del calentamiento, nos meteremos en la sala de musculación. Es aconsejable que nos hagamos una planning antes de comenzar el entrenamiento. Este planning estará orientado al número de días que vamos a hacer deporte a la semana. Si, por ejemplo, nuestra idea es entrenar tres días, debemos dividir todos los ejercicios de pesas en esos tres días. Para las personas que quieran tonificar todo el cuerpo a la vez, es preferible que no repitan máquina a lo largo de esos días. En cambio, las personas que se quieran centrar en una parte el cuerpo, la deberán entrenar más.

En la parte de musculación, podemos encontrar máquinas para entrenar el tren superior del cuerpo como hombros, tríceps, bíceps y abdominales. De la misma forma, existen máquinas para ejercitar los glúteos, los cuádriceps, los esquiotibiales y los gemelos.

A continuación pasamos al ejercicio cardiovascular. Podemos realizarlo sobre la máquina de correr, las bicicletas, las elípticas o metiéndonos a una clase colectiva. El objetivo es mover nuestro cuerpo y aumentar las pulsaciones del corazón.

Por último, finalizamos este entrenamiento completo con unos minutos de estiramientos. Son ejercicios suaves que sirven para relajar los músculos. Nos ayudan a la recuperación y a evitar lesiones.