Tips Saludables
Tips Saludables
Publicado por: Periodista Ximena Alarcón
Fecha: 2 mayo, 2017
La infección urinaria se origina con el paso de bacterias desde la piel alrededor del ano, hacia la vejiga o los riñones. Ésta afección es más común en las niñas, especialmente alrededor de los tres años, apenas empiezan con la educación de los esfínteres.
¿Por qué se produce?
Algunas cosas pueden facilitar la entrada o permanencia de bacteria en las vías urinarias y causar infección urinaria. Entre ellas encontramos:
– Reflujo vesicoureteral, que normalmente está presenta al momento del nacimiento y que permite que la orina fluya de nuevo hacia los uréteres y los riñones.
– Enfermedades del sistema nervioso central como el mielomeningocele, una lesión de la médula espinal o la hidrocefalia que dificultan el vaciamiento completo de la vejiga.
– Cambios o anomalías en la estructura de las vías urinarias.
– No orinar con la suficiente frecuencia durante el día.
– Mala higiene después de ir al baño. En las niñas, por ejemplo, limpiarse de atrás hacia adelante puede llevar bacterias hasta la abertura por donde sale la orina y causar infección.
Síntomas
Los síntomas pueden ser sólo generales tales como fiebre, disminución del apetito, vómitos o simplemente no existir.
La mayoría de las infecciones urinarias sólo comprometen la vejiga. Si la infección se disemina a los riñones se denomina pielonefritis y puede ser más grave.
Otros síntomas pueden incluir:
– Sangre en la orina
– Orina turbia o de mal olor
– Dolor o ardor al orinar
– Presión o dolor en la parte inferior de la pelvis o en la región lumbar
– Problemas de incontinencia después de que el niño ha sido educado en el control de esfínteres
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico de fundamenta en el análisis de una muestra de orina que confirmará o descartará la presencia de bacterias en ella. Este examen se denomina urocultivo. Su médico puede solicitar además algunos exámenes de imágenes como una ecografía de riñón.
¿Cómo se trata?
El tratamiento incluye la administración de antibióticos. Los bebés más pequeños pueden ser hospitalizados para ser tratados con antibióticos por vía venosa. Es importante estar atento ante nuevos episodios de infección urinaria que podrían dañar severamente los riñones del niño.
Fuente: Institutos Nacionales de Salud, NIH, EE.UU.