Por qué descansar es también parte de tu entrenamiento. Recuperas tus músculos, fortaleces tus defensas, estás positiva, comes bien y por lo tanto quieres entrenar más.

Todos tenemos una imagen en la cabeza bastante clara de lo que es cuidarse bien mediante la actividad fisica, con sus diferentes niveles de exigencia dependiendo del estado de forma y gusto por el deporte de cada uno. Sabemos de la importancia que tiene sacar un rato en el día para movernos pero nos despreocupamos de cómo es nuestra rutina en el resto del día. A veces estamos más cansados en un día sin entrenamiento que en otro en el que nos hemos dado una paliza tremenda. Y casi siempre la respuesta está en lo mismo: el descanso. Dormir bien es parte del entrenamiento. Esto es una ley universal que vale desde el profesional hasta la persona cuya actividad física es caminar. Eso sí, dormir bien no significa cantidad, significa calidad. Si se hace correctamente, hay que elegir bien la almohada y el colchón, se pone en marcha una cadena de efectos positivos como estos:

Dormir bien recupera tus músculos
La prevención de lesiones en un deportista profesional suele combinar 3 patas básicas: tratamiento con el fisio, alimentación sana y descanso. Nada que una persona no pueda hacer dentro de sus posibilidades, sobre todo las dos últimas. Los músculos se oxigenan y se recuperan de manera natural con la calidad del descanso de manera que rendirás mejor y evitarás lesiones derivadas del cansancio muscular.

Mejora tu estado anímico
El cerebro no es menos. Descansa y se oxigena también por lo que ya no solo rendirás mejor al pensar con mucha más claridad, sino que tu estado anímico se ve afectado de manera positiva inmediatamente. Te levantas con las baterías cargadas, al revés del que descansa mal, que tiene hasta 3 veces más de probabilidades de tener problemas anímicos por culpa de las alteraciones del sueño. La melancolía tiene más difícil entrar en nuestra cabeza y hacerse fuerte.

Mejora tu salud cardiovascular
El corazón es un músculo más por lo que tu descanso también repercute sobre su salud. La calidad en el sueño favorece la circulación sanguínea y reduce los problemas derivados de la tensión arterial.

Mejora el sistema inmunológico
Tu cuerpo disfruta al completo del descanso. Y las defensas no son menos. La recarga de energía que se produce favorece la lucha contra las enfermedades gracias a la potenciación del sistema inmunológico.

Comes mejor e incluso puedes adelgazar
Está demostrado que en las personas que duermen entre 6 y 9 horas de calidad sobresaliente aumenta el deseo de consumir alimentos como la fruta en detrimento del dulce. Si lo que buscas además es adelgazar, ya hay estudios serios como uno de la Universidad de Chicago que demuestran que dormir seguido y bien favorece la quema de grasas, ya que el cerebro, aunque parezca mentira, está más activo durante el sueño profundo. Dormir mal hace que aumenten los niveles de grelina, hormona que estimula el hambre, y encima disminuye los de leptina, que es la que indica al cuerpo satisfacción al comer.

Haces más deporte
Esas pilas cargadas hacen que tu cuerpo quiera más actividad. La vida sedentaria suele estar relacionada entre otras cosas con el mal sueño. Dormir bien y combinarlo con el ejercicio físico ayuda además a generar un metabolismo que queme grasas de manera mucho más rápida y efectiva.

Así que ya sabes la importancia que tiene la rueda del descanso para tu salud. Descansas, recuperas tus músculos y tu cabeza, fortaleces tus defensas, estás positivo y activo, comes bien y por lo tanto quieres entrenar más y mejor.

Fuente: Mujer Hoy